ANÁLISIS: La Forma de la Espada - BORGES

En un pueblo del interior, había un tipo con fama de complicado al que le decían El Inglés. Había venido desde Brasil, era un poco borracho y tenía, sobre todo, una cicatriz tremenda en forma de media luna que le cruzaba la frente. Se decían muchas cosas sobre el origen de esa cicatriz pero nunca nadie se animó a preguntarle...hasta que un día, un viajero que andaba de paso por la zona y que curiosamente se llamaba Borges le pidió al inglés alojamiento. Pues, no tenía donde pasar la noche.



El Inglés le abrió la puerta, le dio de comer durante horas. En la cena, los dos tomaron vino y hablaron de Inglaterra. En ese momento, Borges se enteró de que El Inglés era en realidad irlandés y ya medio borracho, los dos pasaron a una conversación más honesta. Y Borges le preguntó al inglés cómo se había hecho la cicatriz y El Inglés después de dudar le dijo "a usted se lo voy a contar" y le explicó la historia.

A principios del siglo XX, en Irlanda, él era uno de los muchos jóvenes que peleaban para independizarse de Gran Bretaña. El Inglés estaba en el ejército republicano irlandés, el famoso IRA, participaba de reuniones clandestinas siempre a punto de morir y estudiaba con cuidado a las personas que querían unirse; entre esos extraños apareció un día con John Vincent Moon. Era un chico de 20 años que repetía como un "loro" las sentencias del partido comunista y que estaba convencido de que "la revolución estaba predestinada a triunfar". 

Como pasa en estos casos, la llegada del nuevo reavivó la discusión política y, El Inglés y Moon se enfrascaron en un debate que empezó en un local clandestino. Terminó en la calle en medio de la guerra civil, tan compenetrados estaban que no vieron cuando salieron el desastre en el que se habían metido. En la calle llovía las balas de la fuerza de seguridad y, para el momento en que empezaron a correr, ya fue tarde. Además, un proyectil rozó el hombro derecho de Moon, que se quedó duro, no por el dolor sino por el pánico. De repente, todos los libros que habían leído ese chico no sirvieron más. Moon estaba acobardado, se puso a llorar y se salvó, gracias al Inglés que lo metió rápido en un inmenso edificio del Estado, que estaba fuera de uso.

Al día siguiente, siempre el escondite común, que no estaba herido de gravedad, amaneció mejor y hasta con ganas de charlar. Pero El Inglés, le dijo que no había tiempo de charlar, que había que salir cuanto antes para reunirse con los demás compañeros. Entonces, Moon volvió a paralizarse, dijo que le dolía la herida aunque en el fondo El Inglés se dio cuenta de que mantenía sobre todo miedo. Sintió compasión por él y lejos de abandonarlo, decidió salir a las reuniones de militancia y volver a última hora para asistir a su compañero herido. Así lo hizo nueve días seguidos, en los que al regresar siempre a las siete de la tarde, le traía comida y remedios. 

Hasta que el décimo día, con las calles en plena guerra civil, El Inglés volvió un poco antes. Estaba decidido de llevárselo a Moon porque era demasiado peligroso estar ahí. Al entrar al edificio, escuchó la voz de Moon, que desde una habitación, hablaba con alguien. Decía "El Inglés vuelve a las siete, pueden arrestarlo cuando entré a la casa". Moon, lo estaba vendiendo a cambio de que el gobierno le garantizará un salvoconducto. Apenas de que saliera el funcionario del gobierno, El Inglés se fue. Abrió la puerta y lo empezó a perseguir a Moon. Lo corrió por todo el edificio, terminando acorralándolo en una habitación; y con una espada filosa de una rara forma curva, El Inglés le hizo a Moon una tremenda marca en la frente como una medialuna de sangre.

Llegado a esta parte del relato, Borges mareado por el alcohol, miró fijo al Inglés y se detuvo en la cicatriz semicircular que le recorría la cara. Aunque, Borges no dijo nada impasible. Con los ojos vidriosos, El Inglés terminó el relato y después dijo "el traidor cobró el dinero del gobierno y huyó al sur de Brasil hasta que terminó instalado en este campo".

Ante esta información, Borges le preguntó "lo que me está contando es una confesión entonces" y El Inglés le contestó "sí, ésta es mi confesión, se lo conté al revés para que usted me escuchará hasta el final, pero yo soy Vincent Moon ahora si quiere desprecie me".

ANÁLISIS DEL RELATO

"La Forma de la Espada" de Borges es un cuento fantástico, que se enfoca en la desaparición de la identidad de uno de los personajes y surge otra vez, desde otro punto de vista. 

El relato empieza con un narrador externo,  en tercera persona, omnisciente. Además, describe la famosa cicatriz en forma de medialuna que posee "El Ingles". Luego, este narrador por fuera del cuento, pasa a ser un narrador en primera persona, que es el personaje de Borges. En resumidas cuentas, es la voz del irlandés la que cuenta los hechos. Aquí, se produce un desdoblamiento de la personalidad y un plagio de la vida de otro individuo: el narrador elige contar su historia desde la perspectiva del compañero traicionado. John Vincent Moon se hace pasar por El Ingles ya que se siente avergonzado por su traición.

También, debemos rescatar otra clave en la lectura: al inicio del texto, el narrador en tercera persona dice, sobre el inglés, que “su nombre verdadero no importa”. Esta declaración se vincula directamente con el afán de mantener oculta hasta el último momento la identidad del irlandés de La Colorada, que no es otro que el traidor John Vincent Moon. Sin embargo, también se relaciona con otros dos aspectos de la narración. En primer lugar, la noción de que esta es, en verdad, la historia de una marca y no de un hombre. Pero tampoco es la historia de la marca en sí, sino de una infamia cometida por un hombre: la traición hacia un semejante. Borrar las marcas individuales para construir la noción de una experiencia universal es otro de los procedimientos frecuentes en Borges. 

Entonces, ¿cuáles son las dos historias? Bueno, podemos percibir cada historia perfectamente en el relato. La historia I, la superficial, la visible, sería cuando el mismo Borges (narrador en primera persona), nos cuenta cómo conoce al Ingles y lo que este le confiesa. Por otro lado, la historia II, la profunda y secreta, construida con la duplicidad, es al final cuando El Inglés le confiesa ser Vincent Moon, la persona que traicionó al Ingles. 


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