El miércoles pasado, a las 10 de la mañana, fuimos invitados junto a mis compañeros a la Charla de Graduados, organizada por nuestro profe Santiago Castellano. Fueron convocados Diego Vartabedian, facilitador pedagógico/escritor; Carolina Keve, periodista/documentalista; Emiliano Grosso, docente/productor de contenidos; Sofía Gómez Pisa, periodista/poeta; Agustina Martínez Alcorta, emprendedora/prensa y Mauro Lo Coco, director editoria/escritor. El encuentro fue realizado vía la plataforma Zoom y nosotros como estudiantes, debíamos preparar algunas preguntas sobre la escritura, el desarrollo profesional y la carrera que a todos nos une, Ciencias de la Comunicación Social, para los graduados. También, al ser una actividad libre, podíamos invitar a algún compañero de la facultad, o alguien que este interesado en participar de la charla.
A lo largo de la charla, realizamos nuestras preguntas a los graduados y me quedó en la cabeza dos frases que dijeron ellos, que luego las pase a mi cuaderno ya que me parecen muy importantes en cuanto a la materia y la vida. Mauro Lo Coco, docente de Taller de Expresión I, que eligió la orientación en Educación, expresó "nunca imagine que Taller sería tan importante para mi" y agrega "...que alguien te haga una devolución más allá de la nota, que te traten como una persona...". En verdad, es muy cierto lo que dice Mauro, yo lo sentí en la primera clase de esta materia, la forma en la que Santiago como docente, se involucró como nosotros alumnos. Se relacionó con algo muy simple como decir "Buen día, cómo están? cómo les esta yendo con las materias?". Creo que la Universidad de Buenos Aires, con el gran número de alumnos que posee, hace que se pierda el concentrarnos en cada alumno y hacer un seguimiento. No solo eso, sino que nuestro profe quiere sacar lo mejor de nosotros, quiere corregir nuestros errores en la escritura para que nos perfeccionemos y le agarremos la mano a este mundo de escribir. Por eso, varias clases que ya pasaron, fuimos colgando en un documento de Google, algún texto que hayamos subido al blog, con el objetivo de leerlo, analizarlo y corregirlo, para que lo mejoremos. Esto se me vino a la mente, cuando Mauro mencionó lo de que alguien te de un feedback además de la nota, que es lo que Santiago hace con nosotros. No solo nos trata como alumnos, sino que también, nos habla como persona y se involucra con nosotros de una forma diferente a la que la mayoría de los profesores hacen. Así mismo, me acuerdo en primer año, allá por 2015, en la materia de Literatura, la profesora nos llamaba por usted y no se tomó el tiempo para aunque sea, aprenderse nuestro nombres. Sin embargo, entiendo que siendo docente, teniendo muchos cursos o comisiones, es complicado acordarse de cada alumno. Aunque creo, que para el alumno, que el profesor se tome el atrevimiento de conocerte y tratarte con más precisión, se siente diferente.
Continuando con el encuentro, todos los graduaron respondieron a nuestras dudas, y luego, habló Sofia Gómez Pisa, que también, me generó una conexión con lo que me pasa como alumna de esta materia. Ella, involucrada con el arte, dijo "el Taller puede descubrir ese lector oculto en ustedes" y sumó lo siguiente que me resultó muy verdadero, "el oficio de escribir es sentarse y arrancar". Ambas declaraciones, me hacen sentir identificada porque es cierto, seguro para muchos compañeros como a mi, el taller nos haga descubrir esa "faceta escritora" y nos motive a desarrollarla. En mi caso, siempre escribí sucesos de mi vida en un diario privado, y luego en el secundario, tuve una materia llamada Comunicación, Cultura y Sociedad, en la que escribíamos bastantes artículos; y creo que ese fue mi comienzo en la escritura. Aunque, luego abandoné el seguir escribiendo, y recién este año en esta materia, volví a escribir. El Taller, seguramente, haga que suelte la mano y me largue a escribir. Me parece que lo que todavía me falta es perder esa timidez de compartir lo que escribo, porque nunca compartí algún escrito. Pero, se que con el tiempo, lo lograré.
Esta charla, me hizo entender muchas cosas con respecto a la carrera y sentirme identificada con lo que les ocurrió a los mismos graduados. Es cuestión de agarrarle la mano y arrancar de una vez por todas a escribir, sin miedo al qué dirán.
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