Una madrugada, amanecerás en una cama y tu cabeza estará apoyada en un almohada algo dura. Esta, no te ha ayudado a dormir muy bien más el sueño raro que tuviste. Entonces, la agarrarás con tus manos y encontrarás un libro dentro de la funda. Te sentarás en tu cama y abrirás el libro lentamente. En tu cabeza, intentarás recordar el sueño que no te ha dejado pegar el ojo en toda la noche. Mientras, observarás el libro; veras una imagen en la primera página, te resultará familiar y en ese mismo instante, volverás a tu sueño y conectarás la fotografía con ello.
Acto seguido, entrará una persona a tu habitación y te pedirá que te dirijas al parque. Este sujeto, te acompañará en el camino y te dejará en el banco blanco, al lado de un monje. Este señor que esta sentado, te preguntará sobre tu sueño. Vos, entristecido, le dirás que no recuerdas nada. El monje, te preguntará si pudiste echarle un vistazo al libro que estaba en tu almohada. Le dirás que sí, con mucha seguridad, le confesarás que la primera imagen del libro, se relaciona con tu sueño, pero que no podrás acordarte nada.
El monje, muy entusiasmado, te propondrá que hagas memoria sobre tu pasado. Vos, no recordarás nada, solo recordarás la imagen del libro que aparecía al abrirlo. La imagen estará rota en el libro, como si alguien la hubiese partido con furia. El monje, sacará de su manga algo, será la otra mitad de la foto. Vos mirarás esa mitad y la unirás con la otra mitad. Este señor, te preguntará si ahora podes acordarte de lo que hiciste. Vos te negarás, correrás a tu habitación y te acostarás a dormir para volver al sueño.
Al otro día, a la mañana, te darás cuenta que el sueño no fue eso mismo, habrá sido un hecho real. Habrás querido matado al monje durante la madrugada, y pensarás que el fue quien quiso matarte primero. Aunque en realidad, tu te haz querido suicidar y no haz podido concretarlo.
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