Cuadernillo de cuentos II
Mi primer concierto - Felisberto Hernández
Hernández fue un escritor, compositor y pianista uruguayo. En sus obras, puntualmente en esta, trabaja la emoción y la sensibilidad. También, trabaja su obra con la memoria, el recuerdo y el detalle de lo ordinario. Habla de situaciones cotidianas. Aquí, tome algunas partes del relato para analizarlas con exactitud:
- "Y algunas noches al llegar a mi pieza y encontrarme con un pequeño piano negro que parecía un sarcófago, no podía acostarme y entonces salía a caminar”: las imágenes que crea por medio de las descripciones del piano son oscuras, negativas y temerosas. Muestran su sentimiento de nerviosismo y miedo que lo vuelven un poco pesimista, en vez de estar emocionado por su debut en el café.
- La comparación del piano con un sarcófago, un féretro o un gran cañón, muestra el miedo que siente el protagonista que contempla el piano como un instrumento de tortura. Es como si saliera al escenario preparándose a morir. Asimismo, está deseando que no haya mucho público y que las personas que vengan a escucharlo entiendan poco de música para recibir menos críticas. Esta falta de confianza obstaculiza cada paso que da hasta que lo lleva a alucinar con el gato.
- Agregar el tema de la música en sus cuentos es muy peculiar. Es evidente que para el autor el piano era un elemento significativo. Aunque no le fue muy bien como pianista y se tuvo que retirar, nunca dejó de ser músico en su interior. No podemos afirmar que era un músico frustrado, pero esa es una de las razones por las cuales todas sus obras incorporan contenidos musicales. En este cuento, lo hace evidentemente, como lo dice el título.
- Felisberto tenía un sentido del arte particular. Su forma de describir los sentimientos ante el primer concierto es preciso. Explica lo indescriptible artístico al combinar aspectos interdisciplinarios como pianista y como escritor. Todo lo rutinario que hacen los ejecutantes antes de un concierto aparece en el cuento de manera exacta.
- El espectáculo como eje temático: es muy evidente, ya que nos relata directamente la historia de un pianista. Aunque la mayoría de los críticos no reconoce la incorporación autobiográfica en la segunda obra podríamos señalar algunas coincidencias. En Mi primer concierto, podemos notar que el protagonista, álter ego del autor, disfrutaba recibiendo la atención del público, los aplausos y las críticas positivas, aunque los conciertos le generaban un desesperante nerviosismo: “Apenas terminé estallaron los aplausos. Yo me levanté a saludar con parsimonia, pero tenía una gran alegría. Cuando me volví a sentar seguía viendo las columnitas de la tertulia y las manos aplaudiendo”. El placer de saber que las personas están concentradas escuchando su música, ser el centro de atención durante los minutos o las horas que dure el concierto, recibir aplausos, que la gente pida un bis y lo aclame, siempre es satisfactorio para un concertista.
- Símbolo del gato: El gato como símbolo es un animal que aparece en muchos textos literarios, no solo en la literatura; también aparece en piezas musicales por sus cualidades dinámicas, pero no siempre con el mismo significado. En Mi primer concierto, aparece como una evidencia de lo absurdo o extraño. El nerviosismo distrae al protagonista y comienza a ver una sombra que se mueve. Cosifica la sombra y le da personalidad. La sombra es misteriosa, irreal, está quieta y hace movimientos, pero de repente, esta sombra pasa a ser un gato negro: También creí haber visto moverse una sombra alargada sobre el piso del escenario. Cuando pude echar una mirada fugaz me encontré con que realmente había una sombra; [...] En un pasaje relativamente fácil vi que la sombra movía un largo brazo. Entonces miré y ya no estaba más. Volví a mirar en seguida y vi un gato negro. Yo estaba por terminar la pieza y la gente aumentó el murmullo y las risas. Me di cuenta que el gato se estaba lavando la cara
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